QUIÉNES SOMOS

Nuestra historia

Alma Negra es una gran familia formada con el corazón, desde que pisamos por primera vez tierras Ugandesas nos enamoramos del pais entero, de sus paisajes, de sus colores, de su gastronomia, de sus gentes y sobre todo de esos niños y mujeres luchadoras y trabajadoras y por eso estamos ahora aqui, porque queremos trabajar por el futuro de esas mujeres y esos niños y ofrecerles la posibilidad de un futuro mejor, darles alas para volar tan lejos como ellas quieran.

El destino es tan caprichoso que hizo que un dia nuestros caminos se cruzaran, y lo hicieran justo en el momento adecuado. Dos mujeres soñadoras, valientes  comprometidas y amantes de la libertad que persiguen el mismo sueño; conseguir un futuro digno para estas mujeres y niños.  Esther, una enamorada de Africa desde el momento en que nació, siempre siguiendo su sueño, sin rendirse y sin olvidar nunca su meta. Visitó por primera vez Uganda con 38 años haciendo caso a donde la llevaba su instinto y entonces lo vió claro, ahi era su sitio, donde por fin realizaria su sueño de ayudar a esas mujeres que tanto lo necesitan. Por otro lado Marina, una mujer con un corazón enorme, tambien enamorada de Africa, Conoció a Esther en 2018 poco antes de viajar a Uganda por primera vez y desde entonces empezaron a dar forma a esta idea.

Como contactos en Uganda contamos con James y su familia a quien Esther conocío su primera vez en Uganda, una persona leal y trabajadora en quien poder confiar plenamente. Y Simeón, a quien tambien conocio en su primer viaje y con quien ha ido forjando una solida y bonita amistad,  su mano derecha y socio alli.                                       

Todos juntos formamos la familia Alma Negra (Roho Nyeusi).

El destino hizo que nos unieramos, decididos en esta andadura para trabajar por el futuro de las mujeres ugandesas, porque esas niñas y mujeres merecen un gran futuro elegido por ellas mismas, para que nadie decida por ellas y nadie les corte sus alas.

La gran mayoria de las mujeres en Uganda están infravaloradas y tienen coartados sus derechos de libertad y de elección, la mayoria de las niñas tienen que dejar sus estudios antes de comenzar la educación secundaria ( las que tienen la posibilidad de ir a la escuela) para ayudar a su madre con el cuidado de los hermanos menores, enviadas a trabajar a otras casas o lo peor, obligadas a casarse a edades muy tempranas, cuando aún son niñas.

En nuestro proyecto queremos ofrecerlas la posibilidad de desarroyo aprendiendo un oficio y realizandose profesional y personalmente de una manera libre y sin sentirse condicionadas por sus raices.

El destino nos unió en este camino y juntos caminaremos por él hasta el final.